La evolución de la psiquiatría desde sus comienzos más rudimentarios en la edad media, cuando se empieza a establecer que muchos trastornos de conducta de los que no se conocían la causa se empiezan a tratar con un cierto grado de compasión y se les recoge para cuidarlos en los primeros centros específicos como el Hospital que fundó en 1409 en el barrio de Velluters de Valencia Fray Joan Gilabert Jofrè, “Hospital de Ignoscents, Folls e Orats”, es la historia de la evolución de los diferentes conocimientos y abordajes que hemos tenido de la enfermedad mental a través de la historia. En el siglo XVI, J. Weyer considerado como el primer psiquiatra ya describe los síntomas de la psicosis, los delirios, la paranoia o la depresión. Si avanzamos hasta finales del siglo XIX, en 1845, Emil Kraepelin, considerado como el fundador de la psiquiatría científica moderna, la psicofarmacología y la genética psiquiátrica, establece que las enfermedades mentales son causadas principalmente por desórdenes biológicos y genéticos.
El psicoanálisis, a principios del siglo XX pone en valor las enfermedades derivadas de la represión subconsciente de determinadas pulsiones inaceptables supone una nueva aportación al enfoque y abordaje de las enfermedades psiquiátricas. En este breve resumen hemos pasado de la compasión del fraile mercedario fray Joan Gilabert Jofrè al enfoque de Kraepelin o al abordaje psicoanalítico por parte de Freud.
El desarrollo científico y técnico que se ha dado en las últimas décadas ha hecho que la enfermedad mental abarque tal cantidad de conocimientos que se hagan necesarias las sub o superespecialidades psiquiátricas.
En este contexto estamos a punto de vivir la primera gran división en la especialidad en psiquiatría: la aparición de la psiquiatría infantil como especialidad diferenciada de la psiquiatría en adultos.
Por otra parte, el hecho de que los pacientes sean una entidad indivisible hace que los padecimientos físicos y los mentales no siempre se puedan separar. Actualmente la tendencia es la de tener una visión integral de los pacientes con su dimensión orgánica, mental y social. A partir de visión aparece lo que denominamos medicina psicosomática, interconsulta psiquiátrica o psiquiatría de enlace como una de las subespecialidades que más interés está suscitando. Comienza en el contexto hospitalario ante la necesidad de consultar al especialista en psiquiatría sobre múltiples cuestiones. Inicialmente surge ante la posibilidad de que muchas enfermedades de diferentes especialidades tengan un origen psiquiátrico (enfermedades psicosomáticas) o ante la necesidad de abordar las consecuencias en el bienestar mental del padecimiento de determinadas enfermedades especialmente graves o incapacitantes en el contexto hospitalario (interconsulta psiquiátrica).
Con el tiempo se introduce el término de psiquiatría de enlace como concepto más amplio en el que se valora tanto el componente psiquiátrico como causa de trastornos en diferentes especialidades como las consecuencias en la salud mental de las diferentes enfermedades sin que necesariamente tengan que ser tan graves. Tampoco se delimita al ámbito hospitalario. Se trataría de una manera de establecer una relación de la psiquiatría con el resto de especialidades para abordar cualquier necesidad que pueda a parecer para tratar de forma adecuada a ese binomio indivisible que supone el cuerpo y la mente.
Este vínculo entre la psiquiatría y el resto de especialidades supone un considerable avance para el manejo de situaciones que generan mucho malestar en los pacientes y que solo se pueden abordar desde colaboración y abordaje conjunto.
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