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En la actualidad, la psiquiatría tiene una importante dimensión jurídica que se ha ido tejiendo para garantizar los derechos y aportar más transparencia en los ingresos y en los tratamientos que aplicamos a los pacientes. De la misma manera, en los procesos judiciales que implican a personas, la vertiente psiquiátrica, está cada vez está más presente y puede condicionar tanto las sentencias como las condenas.

Un psiquiatra, cuanto mejor conozca los procedimientos judiciales básicos, mejor podrá desenvolverse y plantear cualquier duda a sus compañeros forenses, a los Servicios Jurídicos de su Colegio de Médicos o directamente a cualquier juzgado.

Igualmente, un abogado cuanto más sepa o mejor asesorado esté en materia de psiquiatría, más posibilidades tendrá de plantear el mejor abordaje para defender los intereses de su cliente. Cuando planteo la importancia de una buena asesoría en materia de psiquiatría a letrados me refiero a conocer, desde el principio, y de forma clara y sencilla, los rasgos psicopatológicos de las personas implicadas en el proceso judicial.

Con frecuencia esta información se traduce multitud de informes médicos, llenos de términos incomprensibles y resulta muy confusa. En otros casos ocurre lo contrario. Una conducta o una biografía poco común, compatible con algún trastorno psiquiátrico, está sin valorar y nos genera muchas dudas sobre la repercusión que pueda tener en el proceso.

¿Te has planteado acudir a un profesional de la psiquiatría para que transforme toda esa información compleja en unas pocas ideas sencilla y comprensibles?

Yo te ofrezco esa posibilidad. Solicitar una asesoría psiquiátrica me parece que puede ser una inversión razonable y muy rentable antes de dar cualquier otro paso en el procedimiento.

Vamos a verlo un poco más despacio.

PSIQUIATRÍA Y LEY

Hoy en día, en el ámbito de la psiquiatría son muy frecuentes los ingresos hospitalarios involuntarios cuando existe un riesgo para la integridad del paciente o para la integridad de terceras personas. Un psiquiatra puede proponer un ingreso hospitalario, pero, sólo un juez, tiene la potestad de privar de su libertad a una persona en cualquier contexto. Su señoría deberá ratificar los argumentos psiquiátricos iniciales con los aportados por el médico forense y validar ese ingreso. En el caso de ingresar a una persona menor de edad o a una persona incapacitada legalmente, igualmente, hay que informar al juzgado para que valide y supervise el ingreso, aunque sea voluntario.

Si un psiquiatra estima que una persona no es capaz para garantizar su integridad, la gestión de su salud o de su economía, puede trasladar sus argumentos y recomendaciones al juez para que decida sobre su capacidad legal. Sólo un juez pude incapacitar a una persona.

Por supuesto, si un psiquiatra tiene conocimiento o sospecha de cualquier delito (abusos, violencia de género…) deberá ponerlo en conocimiento de la autoridad judicial para que tome las medidas oportunas.

En general, los derechos de los pacientes quedan garantizados ante cualquier conflicto en caso de obrar en contra de su voluntad. El médico tiene que argumentar y proponer al juez qué es lo mejor para el paciente y el juez, a su vez, tendrá que valorar el caso y ratificar la propuesta del médico.

Los ejemplos anteriores nos servirían de introducción, a modo de sencillas pinceladas, de la presencia de la dimensión judicial en el ámbito psiquiátrico.

LEY Y PSIQUIATRÍA

Ocurre lo mismo a la inversa. De forma similar, la presencia en la dimensión psiquiátrica en el ámbito jurídico es muy frecuente. La forma más habitual de hacerse presente es en forma de valoraciones forenses o en forma de peritajes.

En el caso de los peritajes un psiquiatra argumenta y responde a una pregunta concreta decisiva para dictar sentencia o establecer la condena:

  • ¿El paciente es imputable?
  • ¿Puede el paciente desempeñar algún tipo de trabajo?
  • ¿La depresión del paciente es consecuencia de la agresión?
  • ¿Los trastornos de conducta del paciente son consecuencia del accidente de tráfico?
  • Etc.

Es mucho menos habitual que se haga presente en forma de asesoría para que el abogado tenga un buen conocimiento del perfil psicopatológico de las personas implicadas en un proceso judicial. La orientación de un especialista facilita la elaboración una estrategia adecuada y te puede dar ventaja en la celebración del juicio. De ahí la propuesta de que los letrados deberían acudir con más frecuencia al psiquiatra. No es que dude de la integridad de su salud mental, es que les propongo que se asesoren, que les aclaremos desde el principio y de forma sencilla el contexto psicobiográfico de sus clientes o de los implicados de la parte contraria.

Si eres un profesional de la abogacía y necesitas asesoramiento legal puedes contactar con nuestro equipo, te informaremos personalmente sobre nuestros servicios de asesoría a letrados.

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